NIETITO CONTAME UN CUENTO

Yo no quería comer más. Porque el Bobi hace días que no viene. Dice mi vieja que él es muy enamorado, que debe estar con alguna novia, que ya muchas veces se fue de casa y que siempre s-i-e-m-p-r-e vuelve. El Bobi es todo marrón, tiene una corbatita blanca y me acompaña a la escuela. Yo sé que él va a volver, porque cuando estaba subido al árbol de enfrente y le pregunté a mi rama amiga si el Bobi iba a volver ella me dijo que sí con la cabeza. Y cuando estaba mirando a las hormigas y decía si esa negra grandota se mete en el hormiguero sin llevar nada el Bobi va a volver y ¡tá! la negra grandota se metió en el hormiguero sin llevar nada. Yo no me hago el bocho pero cuando mi vieja estaba internada yo miraba las gaviotas y decía si la que va segunda pasa a la que va primera mi vieja se va a curar y ¡tá! la segunda pasó a la primera y mi vieja volvió casi enseguida pero yo ya sabía que se iba a curar porque mi rama amiga ya me había dicho que sí con la cabeza. Y en el barrio todos quieren al Bobi. Bueno todos no. El viejo zarpado de la esquina, el que vive solo, no lo quiere porque el Bobi le corre a los gatos y una vez agarró a uno y casi lo mata y el viejo le dió con un palo al Bobi y yo le dije de todo porque los perros tienen que correr a los gatos y chau y el pobre Bobi salió gritando y de noche se quejaba en la cucha se ve que le dolía y estaba asustado porque el viejo le dijo que lo iba a matar. Y la otra noche mi viejo se sentó en la cama conmigo y me dijo que capaz que al Bobi le había pasado algo, porque ya eran muchos días y que de repente andando distraído por la calle capaz que lo había agarrado un auto y mi viejo suspiraba bajito como cuando yo lo estoy haciendo enojar pero mucho más bajito. Yo no le dije nada pero sé que está del tomate porque el Bobi va a volver. Y además cuando me acompaña a pescar cruza la Rambla conmigo y es un crack. El Bobi sabe cruzar, se para al lado mío y espera a que no pase ningún auto y cruza. Y también sabe nadar y se tira al agua para agarrar a los patos y yo me enojo porque nunca agarra a ninguno y cuando sale se sacude al lado mío y me moja todo. Y también sabe cazar ratas. Si yo ando nadando o pescando y dejo la ropa entre las piedras el Bobi va y me deja las ratas que caza al lado de mi ropa. Yo estoy seguro que él piensa que yo me como las ratas y por eso me las trae. Y me cuida pila porque si yo me zambullo y demoro en salir cuando salgo él está en el agua nadando y ladradando para que yo salga rápido. Por eso yo sé que no le pasó nada porque él es inteligente y me quiere mucho. El domingo vinieron mis tíos y mi primo Lalo. El Lalo trajo un Nintendo que está de más y lo enchufó a la tele. Se puso a buscar juegos y yo elegí uno con un perro que no se parece al Bobi pero es inteligente y bueno y que le da pa'delante como él. El perro buscaba un pibe que se le lo habían llevado unos monstruos y el perro lo iba a salvar. Capaz que el Bobi salió a buscar al Chueco que lo cuidó cuando nosotros fuimos en el verano a la casa de mis tíos en la playa. El Bobi y el Chueco son amigos. Ahora el Chueco no está. Y yo ví a la Tota llorando en la tele porque hacía días que el Chueco no está en la casa. Y bueno si ella y el Pardo, que vive en pedo como dice mi viejo, se pasan pegándole al pobre Chueco. Así que el Chueco se fue y chau. Y el Bobi lo salió a buscar, porque son amigos. Y va tener que ganarle a todos los monstruos que le tiran pelotas de fuego que si te pegan tres veces fuiste y te perdés una vida. Mi primo pensó que yo estaba pintado, porque yo nunca me cuelgo con el nintendo porque no tengo, pero de entrada nomás hice tres pantallas y él dos. Y de segunda llegué al quinto nivel y ya estaba cerca de los monstruos con el pibe cuando unas arañas muy grandes me agarraron en una red y perdí la tercera vida del perrito y game over. Yo pienso que el Bobi está buscando al Chueco y capaz que perdió alguna vida porque el Bobi también tiene tres vidas y cuando los monstruos le peguen con las pelotas de fuego el se va a volver a levantar y va a traer al Chueco de nuevo al barrio. Pero si el Bobi no encuentra al Chueco yo sé como hacer para que vuelva. Así que dejé de comer y chau. Porque cuando yo tuve la hepatitis que no quería comer porque la comida me daba asco el Bobi se echó al lado de mi cama y no se iba que cuando vino la doctora mi vieja se lo tuvo que llevar de arrastro porque casi más la muerde y la doctora se enojó y no me quería revisar. Pero cuando se fue la doctora el Bobi volvió a entrar al cuarto y de noche cuando nadie lo veía se metía en la cama conmigo y era muy calentito. Y es inteligente el Bobi porque cuando sentía que mi viejo se levantaba él se tiraba de la cama despacito y salía al fondo con mi viejo haciéndose el gil. Y no se movió de al lado mío hasta que yo empecé a comer y entonces se fue, con una novia dijo mi vieja, y cuando volvió yo ya estaba comiendo bien que después empecé a ir a la escuela de nuevo. Por eso ahora cuando el Bobi sepa que no estoy comiendo va a venir y se va echar al lado mío y de noche se va a meter en mi cama para darme calorcito. Entonces mi vieja me llevó a ver a la doctora que no sabe nada del Bobi y me preguntó por que no comía y yo dije que no tenía ganas y que no podía comer porque tenía un peso bárbaro en la barriga y que la comida no quería entrar. La doctora me dió unas gotitas que tienen un gusto espantoso y me dijo que si no comía me iban a tener que dar vacunas. Yo sé que las vacunas duelen mucho pero igual no voy a comer hasta que el Bobi no vuelva. Porque el Chueco ya volvió. La otra tarde lo trajo un patrullero. Yo no pude hablar con él porque se ve que no lo dejan salir y entonces no le pude preguntar si había sido el Bobi el que lo había encontrado. Pero el Bobi no volvió y entonces yo empecé a llorar mucho porque capaz que el Bobi había perdido las tres vidas y game over se le apagó la pantalla. Como me daba vergüenza que me vieran llorar, lloraba sólo de noche en la cama. La maestra me preguntó que me pasaba porque no llevaba bien los deberes y en clase ya no era el primero sote en hacer las cuentas y en el recreo me lo pasaba sentado sin jugar con nadie. Y entonces me dió una cartita para mi vieja y mi vieja fue a la escuela y se pasó todo el recreo charlando con mi maestra encerradas en el salón. Yo de noche sueño mucho. A veces sueño que está mi vieja sentada al lado de mi cama. A veces sueño que me toca la cabeza. Hoy soñé que mi viejo pasaba al lado de mi cama y ahora sueño que alguien está al lado mío llorando. Pero creo que estoy despierto y hay algo que se mueve en la cama. Ahora lo toco es algo chiquito suave y calentito. Ahora es como si me lamiera las manos y me muerde con dientes finitos. Mamá, mamá, corré que volvió el Bobi, volvió el Bobi. Mi vieja prendió la luz. Entonces lo ví. Era marroncito y no tenía corbatita y era cachorrito. Seguro que el Bobi había perdido alguna vida. Ahora sí, esta vez no le voy a poner Bobi para que no se acuerde de las cosas malas que le pasaron en la primer vida.-

1 comentario:

JOAQUIN DOLDAN dijo...

COMO SIEMPRE UN PLACER LEER TUS HISTORIAS

ESPERAMOS MÁS CANTIDAD